Buena experiencia la vivida el pasado puente de mayo en el torneo Marina D’or por el equipo Infantil Masculino Verde tanto en la parte deportiva como en la parte de convivencia.
Se podría resumir el torneo con dos palabras: Madurez y responsabilidad.
Madurez como jugadores pero también como personas. Desde el primer partido se vió un equipo que perfectamente sabía el baloncesto que han trabajado durante toda la temporada y que les da un identidad muy clara. Individualmente cada jugador tuvo la capacidad de desarrollar su mejor versión para ayudar al equipo y a pesar de pasar malos momentos en algunos de los 5 partidos que jugamos, en todo momento fuimos un equipo para ayudarnos entre nosotros e intentar dar lo mejor en el siguiente.
Responsables en todo momento. Para respetar los horarios, los rivales, árbitros, compañeros… Además de realizar todas las actividades que nos apetecieron hacer en equipo y demostrando un gran compañerismo al llevarlas a cabo.
Como entrenador estoy muy contento de poder haber vivido con este equipo estos tres días de baloncesto y convivencia, sobretodo por la sensación de que el trabajo que llevamos realizando desde septiembre tiene una recompensa muy especial que es la de estar orgulloso de lo que hacemos y como lo hacemos.
Enhorabuena a todos por todo lo demostrado en este torneo y animaros a seguir disfrutando del baloncesto aprendiendo como hemos aprendido esta temporada.